Desde 1992 las Naciones Unidas adoptó el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua. Esta es una fecha para reflexionar y marcar la diferencia para la población mundial que sufre de problemas relacionados con el vital líquido y prepararse para la gestión del agua en el futuro.
El lema de este año, «Agua y Desarrollo Sostenible ‘, se dirige a fomentar la reflexión sobre cómo el recurso es fundamental para la alimentación, la energía, la salud, el comercio y el medio ambiente.
Le ofrecemos 15 datos sobre el impacto que tiene el vital líquido en nuestra sociedades:
-Al día de hoy, cerca de 700 millones de personas procedentes de 43 países diferentes sufren escasez de agua.
-En 2025, 1.800 millones de personas vivirán en países o regiones con escasez absoluta de agua y dos terceras partes de la población mundial podrían hacerlo en condiciones de estrés hídrico.
-Bajo el contexto actual de cambio climático, en el 2030, casi la mitad de la población mundial vivirá en áreas de estrés hídrico, incluidos entre 75 y 250 millones de personas de África. Además, la escasez de agua en áreas áridas o semiáridas provocará el desplazamiento de entre 24 y 700 millones de personas.
-En el África Subsahariana se concentra el mayor número de países con estrés hídrico.
-Cada día, 2 millones de toneladas de aguas residuales y otros efluentes desembocan en las aguas del mundo.
-Cada año mueren más personas a causa de un agua insalubre que por muerte violenta, incluida la guerra.
-La fuente más importante de contaminación del agua es la falta de gestión y tratamiento adecuados de los residuos humanos, industriales y agrícolas.
-La calidad del agua necesaria para cada uso humano varía, al igual que los criterios utilizados para evaluarla. Por ejemplo, para el agua potable se exigen altos estándares de calidad, mientras que se admite una menor calidad para su uso en los procesos industriales.
-Alcanzar la meta en materia de agua y saneamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio podría suponer unos beneficios económicos que irían de 3 a 34 dólares americanos por cada dólar invertido, dependiendo de la región.
-Una mejora adicional en la calidad del agua potable (por ejemplo el tratamiento en el punto de uso), si se mantuviera en el tiempo, podría suponer un beneficio de entre 5 y 60 dólares americanos por cada dólar invertido.
-En las zonas rurales de Benín, las niñas de entre 6 y 14 años emplean una media de una hora al día recogiendo agua para asegurar el abastecimiento a sus familias, frente a los 25 minutos que emplean sus hermanos.
-En Malawi, hay grandes variaciones en el tiempo invertido en la recogida de agua en función de factores estacionales, aunque la mujer invariablemente emplea 4 ó 5 veces más tiempo que le hombre en estas tareas.
-En Tanzania, una encuesta detectó que la asistencia a la escuela de las niñas era el 12% mayor en los hogares ubicados a 15 minutos o menos desde la fuente de agua respecto de aquéellos en los que la fuente de agua se encuentra a una hora o más.
-En el 12% de los hogares, los niños son los principales responsables de recolectar el agua; las niñas menores de 15 años suponen el doble de los niños a cargo de esta tarea.
-Un estudio sobre África sub-sahariana indica que las mujeres y niñas de países de bajos ingresos gastan 40.000 millones de horas al año recolectando agua – el equivalente a un año de trabajo del conjunto de trabajadores de Francia.
Fuente [Ultimasnoticias.com.ve]